Cómo fomentar la autonomía
En primer lugar, debemos tener claro que, dentro de la rutina diaria que cada familia haya establecido, es recomendable ir introduciendo paulatinamente obligaciones (acorde a la edad del niño/a).
Otra cuestión importante es elegir bien el momento más adecuado para añadir esas tareas o actividades. En ese sentido, se recomienda introducir los cambios en momentos de descanso (como las vacaciones o los fin de semana).
Y por último, como en todo proceso de aprendizaje, es de vital importancia que los adultos acompañemos este proceso, sin obligar ni adelantar acontecimientos para los que el niño o la niña aún no está preparado/a. Para ello, podemos primero mostrarles cómo hacer las cosas y, después, ofrecerles la oportunidad de probar por ellos mismos con ayuda y luego solitos/as, etc. Por ejemplo, dependiendo de la edad podemos pensar en:
- ir retirando el pañal para acostumbrarse a ir al váter de plástico (y posteriormente al de adultos con un adaptador).
- doblar el pijama y ponerlo en la cama.
- llevar la ropa sucia al cubo.
- poner y recoger su vaso de la mesa (alternativas: recoger su desayuno, ayudar a recoger o poner la mesa, ayudar a poner el lavavajillas…).
- ayudar a regar las plantas.
- ayudar a poner la comida a los animales de casa (o a limpiar la jaula o cepillarlo…).
- recoger los juguetes después de usarlos.
Existen distintas actividades que pueden hacer dependiendo de la edad o del nivel madurativo de nuestra/o hija/o. A continuación, os dejamos una tabla de ideas de obligaciones diarias según la edad inspirada en la pedagoga María Montessori, la cual abogaba por acompañar a la crianza de los niños, ofreciendo las oportunidades de aprendizaje basados en la exploración del entorno, el movimiento y el juego.