¿Cuándo es conveniente llevar a nuestro/a hijo/a terapia psicológica?

• Cuando se produce una regresión en el comportamiento que no se supera, es decir, vuelven a realizar conductas inmaduras que ya habían superado (usar el chupete, biberón, pañales, etc.) o pierde alguna habilidad que ya había adquirido a nivel de lenguaje o comportamiento social (pasa de ser amistoso a ser retraído, pierde el interés en cosas que antes le fascinaban, etc.)
• Cuando aparecen conductas difíciles, agresivas u hostiles sin motivo aparente, ya que habitualmente indica que el niño está ante una situación que no sabe manejar y se siente desbordado y/o frustrado
• Cuando el niño o la niña tiene problemas para concentrarse en una tarea y/o está nervioso la mayor parte del tiempo. La mayoría de niñas/os tienen mucha energía y pueden parecer intranquilos, pero también puede tratarse de un trastorno de hiperactividad.
• Cuando surgen problemas físicos o dolencias sin una causa médica clara ya que podría tratarse de un síntoma o expresión indirecta de un problema psicológico (por ejemplo: dolor de barriga, dolor de cabeza, erupciones en la piel, enuresis, encopresis, etc.)