Trastorno del espectro autista (TEA)

El Trastorno del Espectro Autista (TEA), habitualmente conocido como autismo, es un trastorno neurobiológico del desarrollo que se manifiesta en edades tempranas (durante los tres primeros años) y que perdurará y acompañará a la persona a lo largo de su vida.

El TEA causa dificultades en dos ámbitos principalmente: en las relaciones sociales y comunicación (por ejemplo un chico o chica que no habla o que habla con problemas, que no da contacto ocular, que reacciona de forma inusual ante el contacto con alguien, dificultades para entender las emociones, etc.), y en la flexibilidad tanto de pensamiento como de conducta (dificultad para adaptarse a los cambios, angustia y enfado ante los imprevistos, repetición de un movimiento, frase o palabra, fascinación aspectos sensoriales como las luces, olores o tacto, etc.).

El trastorno del espectro autista no tiene ninguna diferenciación física por lo que únicamente se manifiesta por el comportamiento de la persona y las dificultades que hemos comentado anteriormente. Además, debemos tener en cuenta que existe muchísima variabilidad entre personas con autismo

Criterios diagnósticos del autismo

A continuación se presentan los criterios diagnósticos del Trastorno del Espectro Autista (TEA) según el DSM-5 (APA, 2013), manual en el que la categoría TEA unificó el trastorno autista, el síndrome de Asperger y el trastorno generalizado del desarrollo no especificado.

Para que pueda considerarse que una persona presenta este trastorno debe tener alteraciones en las tres áreas que se incluyen dentro de las deficiencias en la comunicación e interacción social (A), así como en dos de las cuatro áreas definidas en el repertorio restringido de conductas e intereses (B).

A) Deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social en diversos contextos, manifestados por lo siguiente (actualmente o por los antecedentes):

A.1 Deficiencias en la reciprocidad socioemocional. Por ejemplo (los ejemplos son ilustrativos pero no exhaustivos):

  • Acercamiento social anormal
  • Fracaso en la conversación normal en ambos sentidos
  • Disminución en intereses, emociones o afectos compartidos
  • Fracaso en iniciar o responder a interacciones sociales

A.2 Deficiencias en las conductas comunicativas no verbales utilizadas en la interacción social. Por ejemplo:

  • Comunicación verbal y no verbal poco integrada
  • Anormalidad en el contacto visual y del lenguaje corporal
  • Deficiencias en la comprensión y el uso de gestos
  • Falta total de expresión facial y de comunicación no verbal

A.3 Déficits en el desarrollo, mantenimiento y comprensión de relaciones. Por ejemplo:

  • Dificultad para ajustar el comportamiento a diversos contextos sociales
  • Dificultades para compartir el juego imaginativo o para hacer amigos
  • Ausencia de interés por las otras personas

B) Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades que se manifiestan en dos o más de los siguientes puntos, actualmente o por los antecedentes (los ejemplos son ilustrativos pero no exhaustivos)

B.1 Movimientos, uso de objetos o habla estereotipada o repetitiva. Por ejemplo:

  • Estereotipias motrices simples
  • Alineación de juguetes
  • Cambio de lugar de los objetos
  • Ecolalia
  • Frases idiosincráticas

B.2 Insistencia en la monotonía, excesiva inflexibilidad a rutinas, o patrones ritualizados de comportamiento verbal y no verbal. Por ejemplo:

  • Elevada angustia ante pequeños cambios
  • Dificultades con las transiciones
  • Patrones de pensamiento rígidos
  • Rituales de saludo
  • Necesidad de seguir siempre la misma ruta o de comer los mismos alimentos cada día

B.3 Intereses muy restrictivos y fijos que son anormales en cuanto a su intensidad y focos de interés se refiere. Por ejemplo:

  • Fuerte vínculo o elevada preocupación hacia objetos inusuales
  • Intereses excesivamente circunscritos y perseverantes

B.4 Híper o hiporreactividad a los estímulos sensoriales o interés inusual por los aspectos sensoriales del entorno. Por ejemplo:

  • Aparente indiferencia al dolor/temperatura
  • Respuesta adversa a sonidos y texturas específicas
  • Oler o tocar excesivamente objetos
  • Fascinación visual con luces o movimientos

C) Los síntomas deben estar presentes desde las primeras fases del desarrollo aunque no se hagan detectables o evidentes hasta que las demandas sociales no superan las del niño o niña. En este punto debe tenerse en cuenta que es posible que la persona utilice estrategias aprendidas para disimular o enmascarar estas limitaciones.

D) Los síntomas causan un deterioro clínicamente significativo en lo social, laboral u otras áreas importantes del desarrollo habitual.

E) Estas alteraciones no se explican mejor por otra causa o trastorno (diagnóstico diferencial) o si se presentan simultáneamente con otro/s trastorno/s (comorbilidad). En este sentido, debe especificarse si:

  • Se acompaña o no de discapacidad intelectual
  • Se acompaña o no de deterioro del lenguaje
  • Se acompaña de catatonia o no
  • Está asociado a una afección médica o genética o a un factor ambiental conocido
  • Está asociado a otro trastorno (del neurodesarrollo, mental o del comportamiento)

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