«Mi hijo/a tiene celos de su hermanito/a».
Ésta es una consulta muy habitual en psicología infantil. Los celos entre hermanos/as son un sentimiento natural que suele aparecer cuando nos notamos un cambio en nuestro entorno social habitual que nos haga sentir en “desventaja” social.
Los celos no son algo singular de la edad infantil sino que también suceden en la edad adulta. Mientras que los celos en personas adultas pueden aparecer en el ámbito familiar, amistades, pareja, trabajo, etc., en el caso de los niños y niñas, suelen aparecer en sus entornos sociales habituales que son la familia, los amigos/as y/o la escuela.
Una característica de este sentimiento es que pueden surgir emociones contradictorias a la vez, como la alegría o el enfado juntos, algo que si ya es complejo de manejar por los adultos, aún lo es mucho más en los niños pequeños. Veremos a continuación qué es lo que origina el sentir celos y cómo podemos ayudar a nuestros hijos e hijas a gestionarlos de una forma saludable.
El origen de los celos
Los niños y niñas necesitan seguridad y coherencia en sus primeros años de vida. La unión familiar y el establecimiento claro de los roles dentro de la familia ofrecen esa seguridad pero, cuando hay una alteración en la dinámica familiar, ya sea por que se une un nuevo miembro, porque un rol se percibe como “sustituido” o “compartido” por varias personas o cuando un miembro de la familia se marcha, esta seguridad y coherencia se tambalea.