La lateralidad es la preferencia en el uso de un lado del cuerpo frente al otro. Habitualmente el patrón de lateralidad se define entre los 5-6 años de edad, aunque existen diferencias según el caso.
Los factores que determinan la lateralidad son:
Genéticos. Todos nacemos con una predisposición genética a tener una u otra lateralidad y hay estudios que indican que esta preferencia ya se hace patente desde el vientre materno.
Entorno. Si os fijáis el mundo está prácticamente hecho en beneficio de los diestros, muchos objetos comunes como las tijeras están diseñadas para diestros. Afortunadamente, en las guarderías cada vez se respeta más la preferencia de las/los niñas/os en lugar de ofrecer los objetos directamente a la mano derecha.
Sociedad y cultura. En algunas sociedades o en algunas épocas, el uso de la mano izquierda ha sido penalizada y castigada en beneficio de la derecha.
Tipos de lateralidad
- Lateralidad definida o consistente: ocurre cuando una persona usa de manera preferente y constante el lado derecho o izquierdo para realizar las actividades. La mano, el pie, el oído y el ojo dominantes se encuentran consistentemente lateralizados en un hemisferio corporal.
- Lateralidad cruzada o no definida: se refiere a aquellas personas que emplean mano u oído predominante de un lado pero en cambio, el pie y el ojo predominantes es del otro lado.
- Lateralidad ambidiestra: se trata de aquellas personas que son capaces de utilizar ambas manos o pies para realizar cualquier actividad.
- Lateralidad contrariada: se encuentran en casos de adultos (ya nos es frecuente en niños por lo comentado anteriormenet) cuyo patrón de lateralidad ha sido forzado por el uso del hemicuerpo contrario. Esta situación es característica en el caso de personas zurdas que fueron forzadas a escribir con la mano derecha, rechazando su lateralidad natural.
¿Qué relación puede haber con el aprendizaje y el rendimiento escolar?
Este tema es controvertido entre los especialistas. Sin embargo, desde mi experiencia considero que la lateralidad es importante para la adquisición de la lecto-escritura y/o el cálculo.
Es importante no condicionar a los niños pequeños a emplear uno u otro lado puesto que la lateralización cerebral se hará manifiesta de manera consistente cuando las regiones cerebrales hayan madurado lo suficiente. Por tanto, si pasado el tiempo de maduración observamos o tenemos la sospecha de una mala definición de la lateralidad es muy importante realizar la valoración y correspondiente intervención a fin de poder integrarla según la naturaleza del niño o niña y prevenir dificultades en la adquisición de los aprendizajes. Por lo tanto, un inadecuado conocimiento del esquema corporal propio puede favorecer la aparición de dificultades académicas, especialmente en la lectoescritura, el dibujo o el cálculo.
De manera indirecta, cualquier dificultad en el ámbito académico puede favorecer la aparición de dificultades emocionales, como la baja autoestima, la comparación con los otros compañeros o la desmotivación (y por ende, falta de atención) por la escuela.
¿Cuándo sería aconsejable acudir a un especialista?
Aquí os pongo un listado de acciones que pueden observarse en niños y niñas y que serían un indicador de la necesidad de intervención profesional:
- se cae con frecuencia, es torpe a nivel motriz.
- confunde o desconoce la derecha con la izquierda.
- reacciona más lentamente en actividades manuales o deportivas.
- si usa la derecha para comer, para hacer manualidades pero en cambio chuta una pelota con el pie izquierdo.
- tiene dificultades para automatizar el mecanismo de la lecto-escritura
- dificultades en leer o escribir, es posible que sea más lento/a, tenga poco ritmo durante la lectura o que se pierda frecuentemente en un texto.
- cuando escribe, invierte algunas letras (por ejemplo, las “d”, “b”, las “p”, “q”) o algunos números (como el “6” o el “9”).
- dificultades en automatizar las operaciones matemáticas, como las sumas o las restas o dificultades para comprender las decenas, las centenas, etc.
- tiene una letra demasiado grande o poco inteligible en comparación con otros niños o niñas de su edad.
- poco gusto por los dibujos, puzzles o construcciones.
- comprende mejor si la teoría se le explica las cosas de manera verbal.
¿Qué puedo esperar que me diga el especialista?
Lo primero que hará el especialista será recoger la historia evolutiva y antecedentes relevantes tanto del niño o niña como de la família.
Seguidamente y según lo que haya recogido, probablemente os proponga una valoración específica de la lateralidad (de otras esferas cognitivas) y a partir de los resultados os propondrá ejercicios para hacer en casa.
Se recomienda que estos ejercicios se integren en la rutina del niño o niña, son sencillos y rápidos de hacer y se pueden hacer de manera lúdica. El objetivo de dichos ejercicios será aumentar la conexión del cuerpo calloso, una estructura muy importante situada en la zona interior central de nuestro cerebro y es la encargada de transmitir la información recogida de los órganos sensoriales entre los hemisferios.
Autora: Jessica Arjona
Psicóloga General Sanitaria especialista en neuropsicología clínica y psicología infantojuvenil